Agencia ANTAM.
Reynosa, Tam.- La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), confirmó, que los constructores de Tamaulipas tuvieron un sexenio negativo, ya que la obra pública fue acaparada por empresas foráneas y “temporales” surgidas por influyentismo.
El presidente de la CMIC Reynosa, Guillermo Acebo Sallman, indicó que el Sexenio del actual gobernador, Francisco García Cabeza de Vaca, se vio mucha obra pública, pero la hicieron contratistas foráneos.
“Dentro de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción podemos observar que no fue atendida la Cámara, si hubo mucha obra, pero con contratistas fuera de Cámara, fuera del Estado”, reveló.
Dijo que no les queda más que esperar que, una vez que el órgano oficial haga el anuncio oficial, empezar a tener acercamientos con el próximo gobernador para ser atendidos en sus peticiones de obra pública para los agremiados a CMIC.
“La ley no obliga a tener un porcentaje de obra con constructores locales, pero nuestros constructores están certificados, y significa que el personal, la maquinaria y el sistema está regido por normas de calidad, a diferencia de las empresas temporales”, argumentó.
“Las empresas temporales son aquellas cuyo dueño conocen a algún funcionarios y se vienen a trabajar o van a trabajar a otros municipios con recomendación de altos funcionarios, aun sin tener capacidad técnica o administrativa”.
“Los contratistas afiliados a la Cámara están certificados, entregamos buena obra, tienen la duración para lo que fueron diseñadas, tenemos un Instituto de Capacitación, tenemos un Instituto Tecnológico de Construcción”, apuntó.
En cambio, dijo, las empresas temporales en ocasiones no tienen ni la maquinaria para aceptar contratos de obra pública, pero subcontratan y encarecen las obras públicas con complacencia de los funcionarios que las recomiendan.
Guillermo Acebo, remarcó, que hay municipios con gran disparidad de obra pública, donde la mayor parte la absorben las constructoras temporales, pero otras como el caso de Reynosa donde se dividen un 60-40 por ciento, donde la Cámara tuvo el 40 por ciento y del 60 por ciento de empresas temporales, el 30 por ciento eran foráneas.
El acaparamiento de la obra pública por parte de empresas temporales, detalló, provoca que sufran las constructoras locales certificadas y la sociedad también porque la utilidad que logran se la llevan a otros estados o ciudades y no gastan localmente.
“Cuando le das una obra local a una constructora de Reynosa la utilidad se queda en Reynosa, si se la das a una empresa de fuera del estado, la utilidad se va a aplicar a otros estados, deja de generar empleo, deja de generar oportunidades para pequeñas empresas ferreteras, piedreras, madereras…”, abundó.
Puntualizó que como CMIC ya no quieren voltear al pasado a ver que pasó en el sexenio, sino que enfocarán el esfuerzo en exigir a los nuevos gobernantes que se hagan las obras bien hechas y a tiempo.
“Cómo es posible que un contratista traiga obras de drenaje si no tiene máquinas, esas cosas no pueden darse ya, necesitamos que el gobierno asuma ese compromiso, que contraten empresas certificadas”, finalizó.
